Salud
Suicidio deja una víctima cada 20 horas en Honduras
POR: Suyapa Rubio
Noviembre 22, 2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS-. La autoaniquilación ha cobrado la vida 382 hondureños en lo que va del año 2022; es decir, una víctima cada 20 horas, según reveló el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos CONADEH.
Los principales departamentos con mayor incidencia de suicidios, desde enero hasta el 15 de noviembre del presente año son: Francisco Morazán (98), Cortés (41) y Choluteca (28).
Según las cifras, el problema de salud mental afecta a siete de cada diez hondureños y está asociado con la falta de oportunidades y las condiciones de pobreza y de miseria que existen en Honduras.
El CONADEH detalló que el mal manejo de la prevención contra el suicidio, contribuye a que el problema salud mental incremente cada año y se evidencia en los índices registrados.
Ante el peligroso escenario del aumento en suicidios, la titular del CONADEH, Blanca Izaguirre reaccionó con preocupación, puesto que la situación revela un grave problema de salud mental en el país.
En tal sentido, la funcionaria hizo un llamado a las autoridades hondureñas para crear un plan efectivo y atender la salud mental, dado que es una de las causas principales del suicidio.
La directora del OV-UNAH, Migdonia Ayestas argumentó que el suicidio es la tercera causa externa de muertes, luego de los homicidios y accidentes de tránsito.
Suicidios 2012-2021
Todos los departamentos del país reportaron muertes por violencia autoinfligida en el año 2021, según el boletín del Observatorio Nacional de la Violencia (ONV-UNAH).
Las estadísticas indican que la tasa de suicidios en Honduras en 2021 fue de 6.7 por cada 100.000 habitantes.
Los departamentos de Lempira, Intibucá, La Paz, Ocotepeque, Choluteca, Valle, Copán, Islas de la Bahía, Comayagua y Santa Bárbara registraron tasas por arriba de la nacional (6.7).
Lempira con 17.2 e Intibucá con 15.5 fueron los departamentos más afectados por representar las tasas más elevadas por suicidios.
Yoro, Francisco Morazán, Olancho y El Paraíso figuran en la posición media, pues la tasa de suicidios oscila entre 5.9 y 4.8.
Por su parte, Cortés, Atlántida, Colón y Gracias a Dios reportaron las tasas con menor riesgo suicida, las cuales varían entre 4.2 y 1.1.
Un total de 3.698 muertes por suicidios se registraron en los últimos 10 años (2012-2021).
En 2014 fue el año en que se reportó el menor número de casos con una tasa de 3.0 que representa 261 decesos.
Mientras tanto, en 2021 se registró la tasa más alta en incidencia de muertes por suicidios con una tasa de 6.7, equivalente a 558 decesos.
Las estadísticas apuntan que, de las 558 personas que perdieron la vida de manera suicida, de enero a diciembre de 2021, mayo reportó el mayor número de casos con una tasa del 12.7% (71 muertes).
Mientras tanto, diciembre registró una tasa del 3.8% (21 muertes) que representó la menor incidencia de casos.
De los 558 decesos por suicidios en 2021; Francisco Morazán, Cortés y Lempira fueron los departamentos que reportaron el valor más alto en pérdidas de vida, con un acumulado del 37.5% (209 muertes).
De las victimas reportadas en 2021, el 83.0 % eran hombres y el 17.0 % eran mujeres.
En este sentido, aproximadamente por cada muerte femenina hay cuatro decesos masculinos.
Del 83% de hombres fallecidos, el 29.8% con edades entre 20 y 29 años, representan la mayor incidencia de muertes por suicidio en 2021.
En el caso de las mujeres, la vulnerabilidad varía en edades entre 10 y 29 años, con 59 muertes.
Entre las victimas más jóvenes registradas, se encuentran en su totalidad menores de edad, puesto que las edades oscilan entre 10 y 14 años.
De los 558 decesos por suicidio; el 44% (244 muertos) habitaban en áreas urbanas, el 28% (155 muertos) residían en áreas rurales, mientras el 28% (159 muertos) restante carece de información de datos.
Mecanismo de suicidio 2021
De acuerdo a los 558 casos; el 47.8% de las víctimas se quitó la vida mediante el ahorcamiento, un 40.1% utilizó la intoxicación por sustancias tóxicas o medicamentos y el 7.9% recurrió al arma de fuego.
Desde el año 2011, estas tres formas o mecanismos de suspensión de vida, han figurado en el mismo orden, en las tres primeras posiciones para llevar a cabo el suicidio.
Datos hasta 2022
Un total de 3.275 suicidios se han reportado desde 2014, año en que se reportaba un suicidio cada 35 horas y media.
Sin embargo, el panorama hizo un giro radical en el año 2017, momento en que se comenzó a registrar una víctima cada 22 horas.
Pero la situación se agudiza cada año, tomando en cuenta que en lo que va del año 2022 hay un fallecimiento por suicidio cada 20 horas a nivel nacional.
Estadísticas
Las cifras apuntan que, los hombres son los más vulnerables al suicidio, pues entre el año 2020 y noviembre de 2022, se reportaron 1.178 suicidios; 34 muertes al mes, donde el 81% era del género masculino.
Según datos del CONADEH se dio a conocer que niños desde 6 años hasta adultos mayores de 60 años o más figuran entre las víctimas por suicidio.
El 50% (606) de los casos registrados corresponde a personas que tenían un rango de edad entre los 19 y 39 años.
Las edades comprendidas entre 6 y 18 años representan el 15% (153) de suicidios; mientras la tercera edad (60 años) reporta el 11% (135) de fallecimientos.
Método más utilizado
El ahorcamiento fue el método más utilizado por los suicidas, puesto que el 56% (663 víctimas) recurrieron a esta forma de suspensión de vida.
Otras 335 personas utilizaron veneno; mientras 119 optaron por armas de fuego y solamente 19 hicieron uso de armas blancas para quitarse la vida.
Ocupación, estado civil
Entre las víctimas figuran personas que se dedicaban a oficios y profesiones, entre ellos: abogados, ingenieros, policías, maestros, guardias de seguridad, sastres, cobradores, taxistas, motoristas, mecánicos, vendedores, carpinteros y más.
De acuerdo a los datos registrados, el estado civil de las víctimas era de 492 solteros, 356 en unión libre, 119 casados y 12 viudos.
Causas del suicidio
La ansiedad, la depresión, la violencia, el estrés, el excesivo consumo de alcohol y el abuso de sustancias estupefacientes son los factores que más intervienen en que un individuo decida tomar la fatal decisión de quitarse la vida.
El ingreso al territorio nacional de la pandemia del COVID-19 agudizó el estado de salud mental de los hondureños que ya atravesaban problemas sociales en situación económica, política, laboral y, asimismo en seguridad, educación y salud.
Por si fuera poco, el impacto del COVID-19 contribuyó a que estos problemas sociales incrementarán la precaria situación económica por el desempleo, debido al confinamiento para evitar contagios masivos, ocasionando el cierre de empresas y de pequeños negocios.
Por otra parte, el confinamiento, el aislamiento, la pérdida de familiares y otras consecuencias que dejó a su paso el COVID-19, no impactó de la misma manera en la salud mental de los hondureños.
Según expertos, esto provocó cuadros de ataques de pánico, estrés, ansiedad y depresión, que perjudicó severamente en la salud mental de personas que nunca habían experimentado tal situación y agudizó en quienes anteriormente ya tenían una condición mental inestable.
En consecuencia, la problemática acarreó a que miles de personas a nivel mundial tomarán la fatal decisión de poner fin a su vida.
Signos de advertencia
El suicidio es una decisión planeada, es decir, las personas anteriormente comienzan a demostrar signos de advertencia en su conducta emocional y física.
Los signos de advertencia más frecuentes que manifiestan algunas personas son: demostrar desinterés por la vida, sentimiento de culpa y sentirse como una carga para los demás.
También las personas suelen demostrar ansiedad, depresión, angustia, tristeza, ira y dolor.
Asimismo, el cambio de humor, exponerse ante situaciones que ponen en riesgo la vida, el consumo frecuente de alcohol y drogas y el aislamiento social pueden ser signos de advertencia del suicidio.
Recomendaciones
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomendó “incorporar el apoyo de salud mental y psicosocial en los planes y esfuerzos de respuesta a la COVID-19”.
También, “algunas recomendaciones incluyen brindar atención remota o virtual, adaptar y difundir mensajes para la población general, así como para las poblaciones de mayor riesgo, y capacitar en el tema de trabajadores de la salud y otros miembros de la comunidad”.